”Se
tira al piso, grita y patea”, “me pega
si me acerco”, “hace escándalo en la calle y todos nos miran”, “dice a todo que
no”, “me dice “mala, no te quiero más”
y me angustio”, “no entiendo que le pasa y me da mucha bronca”, “pienso que está
sufriendo y no sé cómo ayudarlo”, “me saca, no lo puedo controlar”…
A
veces nos encontramos en una situación difícil de manejar, por ejemplo estamos
en un shopping o en un restaurant y nuestro hijo comienza a hacer un terrible escándalo
por cualquier motivo, podemos sentir que todos nos miran, puede darnos vergüenza,
no sabemos si irnos o quedarnos, si retarlo, si llevarlo a la rastra afuera, si
dejarlo que grite, si darle lo que quiere para que deje de gritar, si darle un chirlo…
Hay
que tener en cuenta que es una etapa por la que atraviesan los chicos, es
pasajera y es parte de su crecimiento. Todos los padres de chicos chiquitos
pasan por estas situaciones.
Los
berrinches alrededor de los dos y tres años
son normales y saludables, son intentos de diferenciarse del adulto, de
crecer, de poder plantarse y decir “acá estoy yo, soy distinto de papá y mama” “deseo,
pienso y siento cosas propias”.
En
esta etapa los chicos transitan un proceso que implica aprender a esperar, a
tolerar la frustración de no poder hacer lo que desean y a controlar sus
impulsos. Esto lleva tiempo y como papás podemos ayudarlos a ir transitándolo armándonos
de mucha paciencia, no es una etapa fácil.
Es
importante que los chicos sientan que frente a esta situación nosotros los
seguimos queriendo y responder con calma ayudándolos a transitar el berrinche.
Si respondemos con angustia los chicos pueden sentir culpa, si respondemos con
violencia los chicos pueden sentir miedo.
Algunas
ideas para manejarnos frente a un berrinche:
·
No permitir que se lastime, nos lastime o rompa cosas. “podes enojarte pero no vamos a dejar que te
lastimes o lastimes a otros”,
·
Anticipar antes de finalizar una actividad. “mira que en un ratito nos tenemos que ir”.
·
Acompañar desde la palabra, pensar que está generando el
berrinche y cuando este más tranquilo ayudarlo
a poner en palabras lo que siente.
·
Podemos pensar: ¿Qué pasó antes del berrinche?, ¿Qué nos está
queriendo decir?, ¿Qué necesita? Tratar de decodificar qué le está pasando y después ponerlo en palabras.
·
A los nenes más chiquitos hay que ayudarlos a entender lo que
sienten ofreciéndole palabras, por ej.: ¿tenés
miedo?, ¿tenés sueño?, ¿estás enojado?
·
Distraerlo con otra cosa.
·
Cumplir y sostener el límite que ponemos, no ceder por
cansancio.
·
Ofrecerle alternativas posibles.
·
Tener coherencia en los límites que ponemos con nuestra pareja.
·
Es importante conocer nuestro nivel de tolerancia y apartarnos cuando es
necesario, dejando la situación en manos de otro adulto que este más sereno.
Conclusión
Los
límites son un acto de amor y de cuidado hacia nuestros hijos, los ayudan a
organizarse, a controlar sus impulsos. Cada familia ira encontrando cual es la
forma en que su hijo se tranquilice, hay que probar, implementar diversos
recursos entendiendo que es una etapa saludable y pasajera. Hay que armarse de
mucha paciencia.
Si
vemos que no podemos controlar la situación, que nos desborda, nos angustia,
nos violenta, si no podemos ponernos de acuerdo con nuestra pareja, si vemos
que nuestro hijo se lastima, podemos
hacer una consulta de orientación a padres.
Lic. M. Paula Gerardi
Derechos sobre este artículo registrados y reservados.
La copia parcial o total de este artículo puede ser sancionada.
Notas relacionadas Derechos sobre este artículo registrados y reservados.
Los límites ¿se ponen o se construyen?
Los límites parte II: Penitencia, rincón, paliza, premios y castigos
2 comentarios:
Los invito a dejar sus comentarios y opiniones. Para los papás que deseen recibir asesoramiento sobre este tema comunicarse en forma privada al siguiente mail consultas@mariapaulagerardi.com.ar
Soy una mama separada con un niño de 3 años el cual no se manejar, las penitencias no sirven las palabras mucho menos hasta e llegado a darle chirlos y tampoco comprende, es sentir frustración cansancio mal humor todo el día todos los días, vivo con mis padres lo que es mucho mas difícil xq constantemente me desautorizan entonces mi hijo cada vez q hace algo malo va con ellos que lo malcrían. Pega, pelea a los niños le falta el respeto a la gente grande, desobedece etc. Necesito ayuda!
Publicar un comentario