lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Cómo y cuándo decir la verdad sobre Papá Noel?


Papá Noel y los Reyes ¿Cuándo contarles la verdad?, ¿si le cuento y se enoja porque le mentí?, ¿si se lo quiere contar al hermano más chiquito?, ¿cómo se lo digo? , ¿Y si lo desilusiono?...

La historia de papá Noel que llega repleto de regalos y el momento mágico de poner los zapatitos y preparar el pastito y el agua para los Reyes forma parte de la tradición , son momentos llenos de ilusión y fantasía que les chicos esperan con mucha alegría.



Hasta alrededor de los 5 años los chicos todavía no distinguen entre fantasía y realidad y el pensamiento mágico es el que predomina. Por eso, el niño atribuye a los seres animados o inanimados características humanas, cree realmente que los animales o los objetos hablan y actúan como los seres humanos, cree en los personajes de los cuentos (fantasmas, hadas, monstruos, brujas, etc.) y esto es muy sano ya que la imaginación y la fantasía son muy importantes en el desarrollo del psiquismo infantil.

Alrededor de los 6 años los niños pueden comenzar a preguntarse si Papá Noel existe de verdad. A los 7 u 8 años  los chicos comienzan a estar  mejor preparados para comprender la verdad, pero esto es una decisión de cada familia, la edad en la que le digamos la verdad va a depender de un montón de factores. No hay recetas. Las edades son orientativas, van a depender de cada niño en particular.

De hecho, muchas veces chicos van sospechando… por ejemplo ven que Papá Noel tiene los mismos zapatos que su papá, descubren los regalos debajo de la cama antes de Navidad, escuchan a algún adulto decir donde compró los regalos, etc. Y a veces llegan solos a la conclusión de que en realidad son los padres los que compran los regalos.







Una vez que la familia decide darle a Papá Noel y a los Reyes el lugar  de un mito, una tradición, un cuento,  lo mejor es dar una explicación acorde a la edad, clara y sencilla. No hay una receta sobre cuál es la forma correcta de decirles la verdad. El modo en que esto se transmita va a depender del estilo y las creencias culturales y religiosas de cada familia en particular.

Pero más que cómo decirlo, a los padres muchas veces les preocupa cómo van a reaccionar los chicos al enfrentarse a la cruda realidad.
 
Puede ser que los chicos sientan enojo o se sientan defraudados porque les mintieron. Hay que acompañarlos y darles tiempo para procesar la nueva información. Hay algunas posturas que plantean que no es correcto decirles a los chicos que Papá Noel trae los regalos ya que no están de acuerdo con mentir a los niños y plantean que esto puede tener consecuencias como la pérdida de confianza en los padres.

Hasta ahora no hay ninguna investigación seria que avale esto y que demuestre que pueda ser perjudicial para los chicos. Los niños poco a poco se irán dando cuenta de que muchos de los personajes imaginarios en los que creían no existen… por ejemplo las hadas, las brujas, el ratón Pérez, etc. Y no se ha demostrado que esto tenga ninguna consecuencia traumática en el psiquismo de los chicos.


No hay que ponerse muy insistente, ni volver al tema constantemente. Es normal que tarden en asimilar esta nueva información, a medida que pase el tiempo y que hablen con otros chicos y adultos irán aceptando poco a poco que Papá Noel no existe. A veces los chicos necesitan contarlo, compartirlo con otros y esta es la forma en que lo van procesando, por eso es común que se enteren a partir de pequeñas sospechas o porque algún compañero del colegio o primo se los cuenta.






Una vez planteada la verdad, una opción es pedirle al niño que nos ayude a guardar el secreto, sobre todo cuando en la familia hay otros hermanos o primos más chiquitos, que todavía no lo saben. Pero no hay que forzarlo ni presionarlo si no quiere hacerlo. Se le puede decir que él ya es más grande y por eso sabe la verdad y que es importante que nos ayude a mantener el secreto.

Y también hay que tener en cuenta que, cuando los adultos se resisten a terminar con la fantasía  de Papá Noel, pueden estar mostrando alguna dificultad para aceptar que sus hijos están creciendo y que hay que despedirse del niño pequeño para empezar a vincularse con él como el niño mas grande que ya es.

A veces los chicos  necesitan aferrarse a la fantasía de que si existe por un tiempo, hay que darles tiempo a que acepten esta nueva realidad.

Lic. M. Paula Gerardi
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