El
apego en los primeros tiempos del bebé es imprescindible para su desarrollo
emocional.
Necesita ser sostenido, mimado, acunado, necesita del contacto corporal.
Mamá
y bebé no vienen fusionados de entrada, esto es algo a construir, la fusión es
un logro. Para que se vaya construyendo esta fusión es importante el encuentro,
ese “entre” mamá y bebe, una experiencia compartida. En el inicio debe
generarse una doble dependencia entre mamá y bebé y una adaptación total de la
madre a las necesidades del bebe.
Cuando
él bebe va creciendo, cuando camina, come, controla esfínteres, se relaciona
con otros, necesita explorar el mundo e ir separándose gradualmente de su mamá
y su papá.
Es
necesario haber estado bien unido para luego poder separarse, pero es necesario
el proceso de separación para el desarrollo psíquico del niño. La madre (o el
adulto a cargo del niño) es la que aloja, sostiene, ilusiona, mima pero
también, la que poco a poco se va retirando en función del crecimiento
del bebe y su capacidad para ir tolerando la frustración, dando lugar a su
crecimiento y desarrollo psíquico saludable.
La primera noche fuera de casa es una experiencia muy importante para el niño. Hay chicos que
están acostumbrados a dormir en casa de familiares dese bebés y otros que son
más grandecitos y tendrán su primera experiencia.
Dormir lejos de sus padres y en un
lugar que no es su casa es un paso importante en su autonomía e
independencia. El mundo del niño comienza a ampliarse, va a ir
conociendo otros referentes adultos, otras rutinas, comidas, horarios, formas
de vincularse, etc. Algunos chicos pueden vivirlo como una experiencia que los
entusiasma, otros con un poco de temor o ambas cosas a la vez.
Muchas veces para los padres puede
ser una experiencia que genere ansiedad, temor, inseguridad. Saber si estará bien cuidado, si extrañará, si se angustiará son cosas
que suelen preocupar a los padres.
Es importante que los padres se
sientan seguros y confiados al dejar a su hijo al cuidado de otros. Para sentirse seguros es recomendable comenzar la experiencia dejando al
niño con un adulto en el que se tenga plena confianza, un abuelo, tío o amigo
cercano. Luego si pasar a la experiencia de dejarlo ir a dormir a la casa de
algún amiguito de la escuela, una pijamada o un campamento.
Hay que tener en cuenta la opinión y los deseos del niño, preguntarle si quiere ir, contarle cómo será la experiencia, donde va a
dormir, cuando lo irán a buscar, etc.
Es importante no forzarlo, no apurarlo si no está listo, ni dejarlo engañado.
Es importante no forzarlo, no apurarlo si no está listo, ni dejarlo engañado.
Es
recomendable conocer bien a la familia con la que se quedará a dormir. Sentirse cómodo
con su forma de crianza, con la forma en que se vinculan y cuidan a los
niños. Es importante preguntarles y pedirles cualquier información que
les dé mayor tranquilidad y contarles de las costumbres y rutinas de nuestro
hijo.
Que hacemos si:
Se
hace pis:
Puede ser que la ansiedad por dormir en otra casa, estar con otros
adultos, estar lejos de sus papás pueda manifestarse de diversas formas por
ejemplo hacerse pis. Mandarle una mochilita con una muda de ropa y calmarlo si
se angustia explicándole que no es grave lo ayudará a aliviarse.
Si extraña o nos llama para que lo vayamos a buscar: es
normal que extrañe, podemos llamarlo para decirle las buenas noches y decirle
que puede llamarnos si quiere hacerlo. Si se angustia podemos escucharlo
preguntarle qué le pasó y tratar de calmarlo. Si vemos que está muy angustiado
y no logramos calmarlo es importante pasar a buscarlo.
Conclusión:
Como adultos tenemos que sentirnos tranquilos con el plan propuesto para nuestro hijo. De no ser así podemos acordar con nuestro hijo alguna situación intermedia o alternativa con la que nos sintamos más a gusto.

No hay comentarios:
Publicar un comentario