martes, 1 de octubre de 2013

La primera noche fuera de casa


El apego en los primeros tiempos del bebé es imprescindible para su desarrollo emocional. Necesita ser sostenido, mimado, acunado, necesita del contacto corporal.

Mamá y bebé no vienen fusionados de entrada, esto es algo a construir, la fusión es un logro. Para que se vaya construyendo esta fusión es importante el encuentro, ese “entre” mamá y bebe, una experiencia compartida.  En el inicio debe generarse una doble dependencia entre mamá y bebé y una adaptación total de la madre a las necesidades del bebe.

Cuando él bebe va creciendo, cuando camina, come, controla esfínteres, se relaciona con otros, necesita explorar el mundo e ir separándose gradualmente de su mamá y su papá.

Es necesario haber estado bien unido para luego poder separarse, pero es necesario el proceso de separación para el desarrollo psíquico del niño. La madre (o el adulto a cargo del niño)  es la que aloja, sostiene, ilusiona, mima pero también,  la que poco a poco se va retirando en función del crecimiento del bebe y su capacidad para ir tolerando la frustración, dando lugar a su crecimiento y desarrollo psíquico saludable.

La primera noche fuera de casa es  una experiencia muy importante para el niño. Hay chicos que están acostumbrados a dormir en casa de familiares dese bebés y otros que son más grandecitos y tendrán su primera experiencia.

Dormir lejos de sus padres y en un lugar  que no es su casa es un paso importante en su autonomía e independencia. El mundo del niño comienza a ampliarse, va a ir conociendo otros referentes adultos, otras rutinas, comidas, horarios, formas de vincularse, etc. Algunos chicos pueden vivirlo como una experiencia que los entusiasma, otros con un poco de temor o ambas cosas a la vez.

 

Muchas veces para los padres puede ser una experiencia que genere ansiedad, temor, inseguridad. Saber si estará bien cuidado, si extrañará, si se angustiará son cosas que suelen preocupar a los padres.

Es importante que los padres se sientan seguros y confiados al dejar a su hijo al cuidado de otros. Para sentirse seguros es recomendable comenzar la experiencia dejando al niño con un adulto en el que se tenga plena confianza, un abuelo, tío o amigo cercano. Luego si pasar a la experiencia de dejarlo ir a dormir a la casa de algún amiguito de la escuela, una pijamada o un campamento. 

Hay que tener en cuenta la opinión y los deseos del niño, preguntarle si quiere ir, contarle cómo será la experiencia, donde va a dormir, cuando lo irán a buscar, etc.
Es importante no forzarlo, no apurarlo si no está listo, ni dejarlo engañado.

Es recomendable conocer bien a la familia con la que se quedará a dormir. Sentirse cómodo con su forma de crianza, con la forma en que se vinculan  y cuidan a los niños. Es importante  preguntarles y pedirles cualquier información que les dé mayor tranquilidad y contarles de las costumbres y rutinas de nuestro hijo.


Que hacemos si:


Se hace pis: Puede ser que la ansiedad por dormir en otra casa,  estar con otros adultos, estar lejos de sus papás pueda manifestarse de diversas formas por ejemplo hacerse pis. Mandarle una mochilita con una muda de ropa y calmarlo si se angustia explicándole que no es grave lo ayudará a aliviarse.
 
Si extraña o nos llama para que lo vayamos a buscar: es normal que extrañe, podemos llamarlo para decirle las buenas noches y decirle que puede llamarnos  si quiere hacerlo. Si se angustia podemos escucharlo preguntarle qué le pasó y tratar de calmarlo. Si vemos que está muy angustiado y no logramos calmarlo es importante  pasar a buscarlo.
 
Conclusión:
 
Como adultos tenemos que sentirnos tranquilos con el plan propuesto para nuestro hijo. De no ser así podemos acordar con nuestro hijo alguna situación intermedia o alternativa con la que nos sintamos más a gusto.

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